El Parque Nacional Desierto de los Leones, ubicado justo al oeste de la Ciudad de México, ofrece un escape extraordinario hacia el bosque de gran altitud dentro de los límites de la ciudad. El parque, que cubre aproximadamente 4,611 acres en la Sierra de las Cruces, ofrece una rara combinación de belleza natural e importancia histórica, lo que lo convierte en un destino atractivo tanto para locales como para turistas.

Una historia arraigada en la preservación

Los orígenes del parque se remontan a finales del siglo XIX, cuando se estableció como reserva forestal. Posteriormente fue designado formalmente parque nacional a principios del siglo XX, considerado ampliamente el primero de México. Este reconocimiento temprano pone de relieve la creciente conciencia de la necesidad de proteger los espacios naturales, incluso en medio de una rápida urbanización. Hoy en día, sirve como uno de los pulmones verdes más vitales de la Ciudad de México, brindando aire más limpio y oportunidades recreativas para millones.

El Ex Convento: Historia y Misterio

En el corazón del parque se encuentra el Ex Convento del Desierto de los Leones del siglo XVII, un antiguo monasterio carmelita que ha sido meticulosamente restaurado después de los daños causados por el terremoto. Los visitantes pueden explorar los claustros, los jardines y los pasajes subterráneos del monasterio, incluida la Capilla de los Secretos, conocida por su acústica única. El convento también alberga representaciones teatrales que dramatizan su folklore, agregando una dimensión cultural a la experiencia natural.

Senderos y Actividades

El Desierto de los Leones ofrece una variedad de senderos, que van desde suaves circuitos junto a arroyos hasta rutas más empinadas hacia el Cerro San Miguel. El parque está abierto para practicar ciclismo de montaña, correr por senderos y montar a caballo en senderos designados. La elevación, entre 8,530 y 12,139 pies, garantiza temperaturas más frías que la ciudad de abajo, lo que la convierte en un refugio refrescante.

Consideraciones prácticas

Se puede acceder fácilmente al parque desde la Ciudad de México en automóvil o en viaje compartido por la carretera México-Toluca. Abre alrededor de las 6 a. m. y cierra al final de la tarde, mientras que el ex convento tiene un horario de atención más corto y suele estar cerrado los lunes. Es recomendable confirmar horarios antes de la visita. A pesar de su nombre, el parque no es un desierto ni está habitado por leones; El nombre probablemente proviene de los primeros colonos españoles que encontraron pumas (ahora extintos en el área).

Desierto de los Leones es un testimonio de la posibilidad de preservar la naturaleza dentro de los paisajes urbanos. Es un recordatorio de que las experiencias en la naturaleza no siempre requieren viajes largos.

Este parque brinda una oportunidad única de experimentar bosques de gran altitud, arquitectura histórica e inmersión cultural a solo minutos de una de las ciudades más grandes del mundo.